Chaquetas, elegantes, sexys y eternas…

Los chicos rudos la han usado desde que se creó, mostraba la rudeza de una persona, y con el paso de los años, fue usada por los rebeldes sin causa como James Dean.
Pero bueno, sabiéndola portar, las chaquetas de cuero dejan de tener ese instinto primitivo, pero nunca la rudeza, esa se quedó impregnada en los diseños de hoy en día.

Es una prenda práctica, pues el material es duro, y te mantendrá bien protegido de los daños físicos y el clima; por algo es la prenda predilecta de motociclistas. La chaqueta puede detener el daño de un encuentro a alta velocidad con el pavimento, el cuero es, definitivamente, como un segunda piel; una piel más gruesa que la tuya.

Ahora, contra el clima, las chaquetas de cuero protegen del viento y las lluvias ya que, con el tratamiento adecuado, pueden llegar a ser impermeables.

Además una buena chaqueta de cuero te durará por décadas, si la cuidas correctamente. La gran ventaja del cuero sobre tela es que no está tejida. Es una alfombra sólida de fibras todas juntas. No hay nada que desentrañar, incluso si la superficie sufre un corte muy profundo o raspadura. El daño permanecerá allí, pero no ensanchará y destruirá toda la prenda, como es el caso con otros materiales.

Sin embargo, bajo ninguna circunstancia una chaqueta de cuero debe colocarse bajo una chaqueta normal, o al revés. Así de simple, si estás vistiendo de traje, no usarás una chaqueta de cuero, eso es mandatorio.

Las chaquetas de cuero, si son bien elegidas, serán tu aliado número uno para vestir de manera casual, y levantar miradas, pues te hacen ver masculino, robusto y te garantizamos que, si es la chaqueta correcta, te durará décadas, es una muy buena inversión.